Un tatuaje es permanente, por lo que te recomendamos que lo pienses bien y estés seguro de hacértelo, que no te sientas llevado por modas o personas que te influencien. De esa manera lo disfrutarás y cada día que te lo veas estarás más orgulloso de llevarlo.

Es importante saber que hacerte, puedes tener varias influencias, música, gustos, trabajo, etc… cualquier cosa que te hagas y hayas reflexionado que cuando pasen varios años te podrá seguir gustando, será un buen motivo. Es importante también elegir la zona donde quieres hacértelo, puesto que la zona también puede influir en el tamaño y la forma.

Encontrar un profesional que haga tu diseño realidad y que se quede lo más fielmente similar al original con la seguridad e higiene necesaria, no debería ser difícil, pero tienes que asegurarte de que es un buen profesional y que está de cara al público y que tiene todo en regla, puesto que se exige un nivel de higiene y asepsia que la gente que tatúa en las casas no te dan, además del poco nivel artístico y técnico que puedan tener. Recuerda que un tatuaje es para siempre.

Un tatuaje es muy soportable, no le tengas miedo porque en poco tiempo, en cuanto esté acabado te darás cuenta que no era para tanto.

El profesional, en su momento te indicará como has de realizar las curas, siempre con la mayor higiene posible.

Por norma general un tatuaje bien hecho o que no tiene ninguna complicación al curarlo, no tiene por que ser repasado, cuando se repasan los tatuajes después de hacerlo porque se le ha ido el color es porque el que te lo ha hecho no tiene mucha idea de hacer tatuajes y no ha dejado el pigmento en el lugar que tiene que alojarse (para siempre). Aunque te cuente milongas de que tu piel no acepta el color… etc.